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miércoles, 28 de octubre de 2020

Borrados entre la hierba


 

Los campos que transitan los recuerdos
no son lugares llenos de autopistas;
veredas se entrecruzan sin destino,
y se pierden a lo lejos de vista.

Son bosques donde apenas da la luz,
pantanos que navegan las raíces;
recónditas y oscuras latitudes
donde habitan las cosas que no dices.

Los caminos que se dejan de andar
se van borrando pronto entre la hierba;
Lo vivido se apresura a borrar,
se oculta en la espesura de tu niebla.

A veces nuestra mente obra el milagro
de encontrar el camino conveniente,
y raudo, y veloz y sin pensarlo,
convierte aquel pasado en un presente.


sábado, 24 de octubre de 2020

Un minuto de respiro recordando un verano

 


Coser con hilos traídos de la nada
Tejer con lanas -cogidas del olvido-
la silenciosa ingravidez de la mañana.
Empezar desde el cero absoluto
Componer, desde un café, el nuevo día:
Dar color en los lutos superados
Poner luz en las sombras de la noche
Orear los ambientes cerrados
Imaginar un futuro más ancho
Despejar tanta incógnita absurda
Despertar de la infame pesadilla
Disolver las tristezas en el aire
Regalar la risa en las esquinas
Esperarte en la orilla a que te bañes
Espumarme en las olas de Tarifa
y regresar a nuestro mundo de la tarde…

Versos sueltos que no significan nada,
pero cosidos con el hilo que decía,
pueden darte un minuto de respiro.

lunes, 19 de octubre de 2020

Todavía


 

Todavía las tardes son largas,
los azules se van yendo en verdes
que luego se mueren en malvas.

Todavía no encuentro motivos
que me hagan vivir el otoño
que dice el calendario que vivo.

Todavía el verano se estira
hasta donde alcanza el horizonte
que me llena las tardes de almíbar.

Todavía tiemblo al encontrarme
cada día el silencio en la orilla,
con la calma de su azul vibrante.

Todavia no llega la bravura
ni el estruendo de la mar de invierno,
ni el blanco nardo de su espuma.

 

En la orilla, cualquier tarde de octubre

 

 

 

domingo, 18 de octubre de 2020

Aunque les tachen el nombre

 

No se esconden los poetas
ni siquiera cuando han muerto.
Dan la cara en cada calle,
en las plazas con su nombre,
no se esconden.

Dicen tanto los poetas
desde su pétrea estatura.
Miran pasar la vida, y
mientras están esperando,
dicen tanto.

Se resisten los poetas,
y aunque les tiren las placas
y aunque les quiten las plazas
y aunque muchos ya no existan,
se resisten.

No se esconden los poetas
mientras sepamos sus nombres.
¡Dicen tanto los poetas!
-si estamos escuchando-.
Se resisten los poetas
porque existen en el canto.

Son un ojo con memoria
que observa desde una placa;
La conciencia de los pueblos
vigilando en una estatua.
La justicia en una plaza
que descansa junto a un roble.
Un nombre en cada calle
que no calla ni se esconde.


Por eso, aunque hayan muerto,
se resisten los poetas.






Verso libre perdido

Nada más triste que un espacio en blanco;
ese que dejo entre versos inconclusos.
Y sin embargo, como nadie lo prohibe,
lo corrige, ni tampoco lo suscribe,
a ese desierto de palabras
yo le llamo verso libre.

No es un verso en construcción,
es un solar abandonado
sin un cartel de se vende,
sin valla que lo proteja;
ni siquiera hay perro guardián
que defienda el territorio.
Nadie contesta al ¿hay alguien?
Nadie da fe del lugar
Por no haber, no hay ni mala hierba
que le dé cierta presencia.

Es un auténtico erial;
el erial de la palabra.
 
Y me pregunto adónde irán
las palabras que no encuentro...
¿En qué extraño universo
van a dar con su descanso?  
¿Habrá un remanso de paz
donde, dormidas, las palabras,
de mi vocabulario suprimidas,
entren en una eternidad,
digamos, un cielo de palabras?
Pues algún mérito tengo,
ya que estoy contribuyendo
mucho más que muchos otros,
a enviar a ese universo
de las palabras perdidas
una ingente cantidad,
que voy cada día olvidando
y que no vuelvo a encontrar.


 


 

Carlos Bernal
11 de octubre de 2020






viernes, 16 de octubre de 2020

Vivir es resistir

 "Vivir es resistir"

Jose Luis Sampedro


Ahora que la existencia es resistencia.
Cuando los amigos tienen plata en las sienes
y ya son los que son y son amigos de oro.
Cuando el tiempo, hace muchos años,
se puso, para siempre, pantalones largos.
Cuando el verano de la vida, en declive,
dejó paso a este extraño otoño.
Cuando ya casi no importa lo que te digan
y sabes que no volverán tus oscuras golondrinas.
Cuando el peso y el paso de los años
van puliendo algo la ignorancia,
te siguen llenando de preguntas
pero te traen alguna respuesta.
Cuando ya del espejo va saliendo otro amigo,
va surgiendo una imagen que tiene otro brillo.
No hay remedio, es la vida, vas haciéndote viejo.
Con todo, es ahora, cuando eres tu dueño.
Ahora es, precisamente, cuando más libre te sientes.