El viaje empieza cuando se abre una puerta,
la que tiene detrás pegado el mapa
que marca la ruta, el camino de ida.
La vuelta, nunca se sabe;
la vuelta queda pendiente
de las vueltas de la vida.
El primer paso se llama huída,
el segundo, duda;
los demás vendrán andando
bajo la luz de la luna.
El destino está en las botas,
en el brillo de los ojos,
en la luz de las estrellas
de los atardeceres rojos.
Carlos Bernal
18 ene. 2020
La vuelta queda pendiente
ResponderEliminarDe las vueltas de la vida...
Qué bonito, compañero, y qué verdad encierra. Un abrazo
Muchas gracias, amigo.
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