Hay tantas cosas que te traen y tantas que te llevan…
Tantas cosas te arrastran como se arrastran cadenas:
Momentos, caminos, afrentas,
familia, infancia, escuela,
jardín, adolescencia, amigos,
periódicos, pasquines, cavernas,
historias, políticos, alertas…
periódicos, pasquines, cavernas,
historias, políticos, alertas…
Puertas que se abrieron y parece que ahora se cierran;
ventanas que -de nuevo- dan a un patio interior…
Adultos, como niños, con flores a María
-salto atrás en el tiempo-
País de arte y ensayo…
Dolor de esta España remota
en el tiempo y en el espacio.
La misma de siglos pasados:
la de Machado, la de Galdós,
la de Larra, la de embozados,
en el tiempo y en el espacio.
La misma de siglos pasados:
la de Machado, la de Galdós,
la de Larra, la de embozados,
la de "usted no sabe quién soy yo"
la del casino provinciano,
la del “vuelva usted mañana”,
la de la Reconquista y Pelayo,
la del “Vivan las caenas”,
la del casino provinciano,
la del “vuelva usted mañana”,
la de la Reconquista y Pelayo,
la del “Vivan las caenas”,
la del siervo que se arrastra.
La que apenas perdimos de vista
y de nuevo se sienta a la mesa,
y de nuevo se sienta a la mesa,
con cortesanos de turno
llenos de reverencias...
Carlos Bernal
Actualizado en enero de 2024.
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