Soy las carencias que traía por defecto
y unas cuantas vivencias añadidas;
soy cualquier cosa menos ese invento
de un ser perfecto en la creación divina.
Estoy hecho de polvo de estrellas
y ante ellas me declaro culpable:
La humanidad del humano perdida,
La vida despreciada cada instante.
Soy parte de un proyecto inacabado
Una ráfaga de luz del Universo
El arquitecto de una paz inoportuna
El reverso de una Luna inalcanzable.
Soy hacedor de los grandes inventos
El Pensador de la filosofía pura
El que ama, llegado el momento,
hasta morir de eterna locura.
Soy la voz que clama en el desierto,
la que predica la paz entre los hombres;
La que sepulta miles de nombres
en un Mediterráneo de entierro.
Soy lo que hago más que lo que digo;
suscribo el halago al poderoso
y condeno por siempre al mendigo.
Soy la entrega voluntaria
que se aparta de los focos;
Soy la voz que no se nota,
soy tan poco…
Soy los mensajes que oigo
Soy la envidia y la avaricia
Soy la venganza y la afrenta
Soy el que ajusta las cuentas
Soy el contable del odio.
Soy la ayuda humanitaria,
el salvavidas que se lanza
sin pedirte nada a cambio.
Soy los gestos solidarios,
la mano amiga que se presta
cada vez que es necesario.
Escribo libros de Historia:
disfrazo enormes fracasos
y agrando pequeñas victorias;
cuento verdades a medias
y tapo una mentira con otra.
También soy el que reparte
humanidad por el mundo.
El furibundo que grita
los sonidos del silencio.
El que imparte educación
y el que no le interesa.
La cortina que tamiza.
Las pantallas que embelesan.
La medicina, sus remedios.
Los Medios de manipulación.
El asesino de mujeres.
La mujer que grita ¡basta!
El ser humano maltratado.
La evolución que involuciona.
El villano que corrompe.
El valiente que se enfrenta.
El que tira a su tejado.
El que escupe hacia arriba.
El vasallo de ahora.
El pelota de siempre.
El que ya nunca vota
porque no vale la pena.
El que lo pinta todo rosa.
El que quita las ganas.
El que mira a otro lado.
El que cambia las cosas.
El de ¡Vivan las caenas!
Soy el caballo de Atila
y la paloma de Picasso.
La Paz que se retoma,
la nariz de payaso
y las bombas que aniquilan.
Soy las dos caras que asoman
en una misma moneda.
Carlos Bernal
8 dic. 2019
Magnifica exposición de esta maldita y bastarda dualidad del hombre y el mundo, que al mismo de hacernos bestias nos hace sublimes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto, amigo Santi, y tal vez sea esa misma maldita dualidad la que nos hace ser seres tan jodidamente hermosos, capaces, insustituibles, enormes. Aunque después bajemos a las cloacas, donde encontrarnos con lo peor de nosotros mismo, la basura pestilente, el alma roída por las ratas que diariamente alimentamos. Así somos.
EliminarUn abrazo fuerte y gracias por tus palabras y por seguir por aquí. Es un lujo contar contigo.
Unos años después, en 2023, publiqué la primera estrofa de este poema en otro blog que mantenía con textos cortos en pergaminos. Se llamaba "Píldoras" y me vi obligado a borrarlo. Al enlazarlo a Facebook, alguien lo denunció como "texto ofensivo" y facebook me bloqueó el enlace para siempre. Así que tuve que crear otro blog con los mismos contenidos exactamente pero con otro nombre. De momento sigue activo y nadie ha vuelto a denunciarme. ¡Qué cosas!
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