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domingo, 8 de septiembre de 2019

La noria



Disfrutar el paso de las estaciones.
Gozar su instalación en los días…

Ver cómo enrojecen los otoños
hasta que ruedan en hojas por el suelo,
y pisados, crujiendo, se pudren.

O se funden en el frío de un invierno
al que solo queremos de pasada,
-irremediable como los exámenes,
como un sarampión infantil-.

Visita inesperada a la que invitas
a sentarse al calor de chimenea.

Ver reverdecer las primaveras
mientras llegan los días más bellos:
ésos que alargan las tardes de charla
y aligeran las almas de peso.

Y cómo amarillean los veranos,
cómo se doran en bronces de playa
y atardecen en guiños morados…

Hasta que avisa un levante de septiembre,
con las nieblas que agrisan la bocana,
-como campanas que nos convocan-

de otra vuelta que va a girar la noria,
y que se lleva otro año, la corriente.




Carlos Bernal.

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