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miércoles, 28 de agosto de 2019

De noche

Cuando se acuestan los ruidos

el silencio se agiganta,

el espacio se ensancha,

y el corazón, esponjado, se ahueca.

Los sueños levantan el vuelo,


y se acierta a tocar con los dedos

los más apagados deseos.

“El que pudo ser” y “el que ha sido”,


dos extraños, se cogen del brazo

como viejos y buenos amigos

y se van de paseo por el barrio,

y en el mar que la noche mece

acunan sus más bellos sueños.

La poca luz los iguala,
difumina las distancias.

Aquella mujer…
El fracaso…
El aburrido trabajo…
Lo que no hizo…
Aquel hijo…
La otra mujer…
La esposa…
La noche aflora tantas cosas…

Cuando se duermen los ruidos,


los sueños se van de paseo.

“El que pudo ser” se despierta

mientras se duerme “el que ha sido”

y entre sueños y suspiros,

se van abriendo las puertas
de la noche a sus deseos,
a sus sueños perdidos.

Carlos Bernal.

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