Desde un continuo amarillo,
el mar y yo, andamos la playa.
Las costuras de la costa
van dibujando la mañana.
Julio presume de nombre;
se encumbra entre la espuma
de la historia de un César
al que ya nadie saluda.
Julio alquila mañanas rubias
y noches de playas con luna,
donde pasea sus brumas
para dejarse en la orilla.
Tiene la espalda roja
y lleva salitre en la piel;
huele a limo, como las rocas
donde se engancha el chambel.
Acalorado, al mediodía,
Julio se empina en la cuesta
del sol de mi niñez;
la de aquella playa nuestra,
O’Donnell, donde me crié.
Luego se esquina en la tarde
para esconderse del sol;
se pierde por callejones
y se adormece en los bares.
Sueña que se despierta
en la cubierta de un barco
que se escora por babor.
Deambula por lugares
entre silencios de siesta
empapada en su sudor.
Y de noche, vestido de César,
se llena de luz y de fiesta.
Suele acabar en la playa,
con suave brisa de guitarra
y dulces besos con cerveza.
![]() |
Bahía Sur. Ceuta (Desconozco autor-a de la foto) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario