Seguidores

miércoles, 29 de julio de 2020

Reloj con arritmia


El reloj del salón padece
de enfermedad vascular;
parece que tiene arritmia;
le cuesta trabajo marcar
las horas; las lleva a rastras.

De pronto suena más fuerte,
o su ritmo se demora,
-trás-tras, tras-trás-.

No sé muy bien qué le pasa;
anda perdiendo el tiempo
como un niño en la escuela,
aunque en realidad no se atrasa.

Este reloj que se muestra
indignado por momentos,
en el “silencio : biblioteca”
de este cuarto a esta hora,
me devuelve a la memoria
una mecedora de aquéllas
de cojera cadenciosa,
de las de infantiles siestas
en brazos de amor dormidas,
con su compás de trás-tras, tras-trás.
 


Pero basta de filosofía
sobre la vida del reloj.
Podrá andar y marcarme el tiempo
de la vida que me quede;
hacerme comer doce uvas,
decidir si llego tarde,
si amanece más temprano,
si es pronto para que sea martes…
Podremos hacer poesía,
pero el reloj no tiene vida.
 

Conclusión: Lo más probable
es que el remedio a su dolencia
sea cambiarle las pilas.

martes, 28 de julio de 2020

Cara sin fecha


Empezó con una despedida,
con palabras que venían de vuelta
sin haber hecho el camino de ida.

Decía adiós con acordes menores,
esos que cantan canciones
que parece que piden perdón
sabiéndose vencedores.

Incapaz de captar el momento,
compuso una cara sin fecha.
Tan llena de nubes estaba
que no le cabía un horizonte.

Fría como una noche de enero.
Solo contagiaba tristeza,
ese antiguo virus maligno
que deja indeleble secuela.

En el salón flotaba un desamor a la deriva.
Él nadaba entre restos del naufragio.
Ella se iba dejando una estela
de puntos suspensivos por el suelo.

Carlos Bernal
28 Jul 2020.

domingo, 26 de julio de 2020

Poesía completa





Amarillento compendio de otoñadas hojas
que duermen sentencias de juez inapelable;
ríos de versos discurren un valle
entre barcos de papel navegando olivares.

Patios de agua clara y limoneros;
campos de tierra seca y polvorienta
con olmos que alumbran caminos.
Cabezas que rezan y embisten,
retratos de hombres tristes.

Pintor de las curvas del Duero,
marinero que, al final,
se metió a jardinero;
profeta de las dos Españas
(la eterna y la otra,
la de la derrota).

Poeta de la luz y la penumbra:
Del patio de Sevilla
a la oscura sacristía,
de la guitarra del mesón
al casino provinciano,
del Guadalquivir plateado
a las nieblas de Castilla,
del idilio de la infancia
a la ruina del exilio,
del mozo jaranero
al viejo rezador,
de cuentos y leyendas
a soliloquios con dios.

Con cubierta sobria
y portada florida,
en letras doradas,
en lugar de poner
“Antonio Machado,
Poesía Completa”
,
deberíase leer:
“Fuente de Don Antonio,
donde beben los poetas”
.

 
Carlos Bernal
Del poemario Alféizar, (EdiorialAvant, 2023)



sábado, 25 de julio de 2020

No se puede amar la poesía

Palomas (Rafael Alberti)

No se puede amar la poesía
con los pies pegados al suelo.
Es preciso soltar lastre,
vaciar de bultos la bodega,
abrir las alas, levantar el vuelo,
ganar altura... y después,
construir castillos en el aire.

No se debe esperar un nuevo día
sin tener entre las manos un sueño;
cualquier sueño que, vivido en secreto,
al despertar llamaremos poesía.

Hay que pisar en las nubes los balcones alados,
y entender el idioma que hablan las abejas.
No guisar malas ideas, ni esperar nada de ellas;
espesar a fuego lento la salsa de la vida.
Doblar, con esperanza, las esquinas de las calles,
espejarte en el brillo de todas las estrellas;
pedirle a la Luna que te conceda este baile
y olvidar que tu cuerpo pesa más que tus sueños.

Y entre tanto y aunque sepas que todo es mentira,
seguir cada día deshojando margaritas.
Es posible que entonces, ames la poesía.


viernes, 24 de julio de 2020

Ningún hombre es ilegal




Ningún hombre es ilegal

por creer que su destino

pueda ser vivir en paz.

Ninguna mujer puede ser

ilegal por pretender

que sus hijos vivan libres

sin ser niños de la guerra.
Ningún hombre es ilegal,


como no lo son sus sueños.

 

Ilegal aquella tierra

que le obliga a autoexiliarse

lejos de su tirano dueño.
Ilegal es el gobierno


que le tilda de ilegal.
Ilegal es el infierno


de donde tiene que escapar.
Ilegal es el silencio


de los llamados legales.
Ilegal el tratamiento


que se les da de animales.
Ilegal es la manera


en que los veo llegar.
Ilegal el que violenta,


el que estafa y el que roba,

el que asesina y arruina,

el que masacra y destroza,

el que a nadie rinde cuentas.

Ningún hombre es ilegal,


como no lo son sus pasos,

los que encierran entre rejas

sus deseos y sus manos

y sus llantos y sus quejas.

¡Cómo ha de ser ilegal

quien solo quiere llegar

donde no existe la guerra!
Ningún hombre es ilegal,


ni el pan que lo mantiene,

ni los ojos de su hijo

ni la mujer que sostiene

esos sueños que le llevan;

ni la vida que le espera,

ni sus huellas en la arena.
Ningún hombre es ilegal,


como no lo son sus ojos.

Ilegal es la mirada


con que le miran los otros.
Ilegal la desconfianza,


la xenofobia y el racismo.
Ilegal es el “civismo”


de mirar con más ternura

a tu perro que a otros hombres,

tan hombres como tú mismo.
Ilegal es el cinismo 


de tener la cara dura

de decir que no cabemos

en la Europa de Los Pueblos.

Ningún hombre es ilegal.
Ilegal aquella patria


cuando tienes que marcharte.
Ilegales los negreros


cuando te chupan la sangre.
Ilegales los gobiernos


que te abandonan a tu suerte.
Ilegales son las mafias


que te acercan a la muerte.
Ilegal aquel destino


que te ha tocado arrastrar.
Ilegal será tu cuerpo


boca abajo sobre el mar.

No llamemos ilegal


a quien su único delito

es querer vivir en paz

en la Europa de sus mitos,

la Europa del bienestar.
 

Carlos Bernal

30 de enero de 2010
(
Dia Escolar de la paz y la no violencia).

Mientras tanto





Mientras se encoge la noche
para que se agigante el día;
mientras el sol pinta los barcos
que van trazando horizonte.

Mientras olvido los nombres
que ya nunca volverán;
Mientras me oigo cantar
la canción de la nostalgia
y vuelvo a recuperar
los viejos sentimientos.

Mientras miro miramientos
de quien se mira a sí mismo,
sacando brillo a su ombligo
siempre a favor del viento.

Mientras peino una sonrisa
que me da risa en el espejo,
pues se ríe, al acordarse,
de las prisas de otros tiempos.

Mientras dejo en algún libro
marcas de mi paso,
-territorios que recorro,
caricias del sigilo-.

Mientras ganan siempre unos
-los mismos que ya vimos-
y van perdiendo otros
-los que siempre perdimos-

Mientras mi huella en la arena
sabe de cuerpos cansados
-cuerpos de segunda mano-.
paseando junto al mar.

Mientras enfermo de nostalgia
-casi ya una epidemia-
y el espejo retrovisor
es el espejo principal.

Mientras me sobrepasa la pena,
me agota la ignorancia,
me puede la estupidez,
me subleva la arrogancia
una vez y otra, y otra vez…

Mientras, siguen las agujas dando vueltas
a un tiempo que se mide en línea recta.

Mientras tanto, mis días
tienen horas de sobra,
como hojas en blanco el cuaderno
que no quiere contar mi historia.



Carlos Bernal
30 Jun 2019.


viernes, 10 de julio de 2020

Quise llevarme algunos versos

Foto aérea de Ceuta. (Ignoro la autoría)


Quise llevarme algunos versos
-esos que sé que atesoro-
lejos del tonto que odia,
cerca del son del que ama,
donde sobren las palabras,
donde basten las miradas.

Quise llevarme algunos versos
a mi Sur, donde la calma,
donde hay estrofas de agua
y poemas de viento
y lunas riendo entre ramas.

Quise llevarme algunos versos
a la playa que siempre os digo,
y teñirlos de azul Bahía.

Pero el tiempo se fue con el tiempo
y de aquel puñado de versos
ya solo soy el testigo
y un poco también su recuerdo.


Carlos Bernal
Cualquier día, un poco nublado.

sábado, 4 de julio de 2020

No le pidas al mar...


No le pidas al mar
que piense en las horas;
el mar solo va,
el mar solo viene.

Como mucho tiene, un lápiz de agua
que dibuja las rayas con las que juega.
Y sombreros alados para que el sol no le queme.
Y luces de plata para acunarle las noches.

Pero más allá de los barcos
que arañan sus olas,
y de los peces que bajan,
y de las redes que suben…

No le pidas al mar
que piense en las horas.

Carlos Bernal
4 jul 2020