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martes, 16 de junio de 2020

En los ojos

                                                                       A Juan y Pepe
                                                                       In Memoriam
 


En los ojos se llevaron:

Las preguntas a cobro revertido
Las respuestas de teléfono apagado
Los confines de las tardes de otoño
Las noches de risas inflamadas
Las guitarras sonando a tabaco
Los cigarros oliendo a guitarra
Los porqués de las miradas risueñas
Los principios que nunca siguieron
Las puertas que quedaron en la entrada
Las otras que señalaron la salida

Las vidas que se quedaron en puertas
Los mimbres de las canciones por hacer
Los finales que llegaron tan pronto
Los deseos, los sueños, las fantasías
Las mariposas que volaron sus estómagos
La contabilidad del tiempo cobrado
El testamento de las noches en vela
Las reliquias de abrazos eternos
La sensación del tiempo perdido
Ese dolor que nunca se ha llorado
El mal que quebró sus pulmones
Los cristales que se clavaron tan adentro
Los nombres de los trenes que pasaron
La luz de aquel mar de la infancia…
¡Ay, si yo hubiese sabido!


Carlos Bernal
15 junio 2020

Juan Salas y Pepe Granados

sábado, 13 de junio de 2020

Y el hombre comprendió


Y el hombre comprendió
que las banderas
solo eran trapos de colores;
y su ascendencia, su linaje,
su patria, su lugar de residencia,
un juguete del destino,
una veleta que gira
según sopla el viento,
una brújula averiada,
una aguja no imantada
que marca un norte distinto.

Y el hombre comprendió
que las fronteras
solo eran cicatrices,
heridas de guerra;
absurdas guerras de ascendencia,
de linaje, de patria, de lugar de residencia.

Y el hombre comprendió
que a donde vaya,
todos los hombres son iguales,
aunque se crean diferentes
y aunque ninguno lo entienda.


Carlos Bernal

jueves, 4 de junio de 2020

MANOJO DE DESEOS (III)



Me gustaría…

La elegancia de un río cuando muere
La solvencia de un bosque milenario
El imán de un personaje perdedor
La destreza de un tirador de esgrima
La ventana donde reposa el mar
Las risas de todos los niños
El amor que supo ser amante
La pared donde rompen las olas
El silencio de todos los teléfonos.

La paciencia que respira el buen maestro
La luz en mitad del túnel, y no al final
El cristal que picotea una tarde de invierno
El encuentro de dos rectas paralelas
El timbre marcando el final de la clase
La caída del imperio de las redes puñales
La Justicia que esperamos, haciendo justicia
La noche cuando te arrastra al merecido descanso

El lenguaje de los ojos que hablan ternura
El azul bahía de la Bahía Sur
El tiempo extendiendo su bálsamo de tiempo
El chasquido en la orilla de una playa desierta.

Hacer una cometa de caña y papel
Solventar mis días de bruma
Ser la tinta que tapa los errores
Entender la mudez de las haches mudas
Pintar los colores a los peces de colores
Desescombrar a tiempo la Historia,
antes de que la tapen con otra
Que no se me quiten las ganas
de mejorar este hoy en mañana
No cederle jamás al desconsuelo
ni una sola de mis noches de insomnio
Que no me cale este diluvio de odio
Que no me ganen su rabia y la mía
Que sea capaz de sintonizar
la emisora de la esperanza.

Y “volver a los diecisiete
después de vivir un siglo”
,
que cantaba Violeta Parra.



Carlos Bernal
4 Junio 2020.