Quiero hacer un absurdo montón
con palabras que flotan mi aire;
un rincón de susurros tranquilos
donde un día pueda esperarte.
Quiero hacer un pequeño cajón
con maderas hechas de vida,
-ese árbol que vende tan caro
sus años más sabios-
donde pueda guardar las palabras
que no saben decir mis labios;
donde pueda escribir que te extraño
aunque aún no te hayas ido;
donde pueda vivir sin gastarlo
tu dulce y cálido aliento;
donde pueda gozar todo aquello
que siempre espero del tiempo.
Quiero hacer un montón con palabras
-las que dejas, las que tomas-.
Y después, como si fueran palomas,
echarlas a volar al viento.
Carlos Bernal
17 mayo 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario