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martes, 26 de noviembre de 2019

Guitarra

P. Picasso, "El guitarrista ciego"
























Guitarra, sin prisa,
dame acordes de viento

para ir desoyendo
el tiempo que pasa.

Déjame el amor que filtra
las risas en las plazas;
el que vierte y derrama sal
de vida en cada mesa.

Alíviame los días grises,
-lo que más me pesa-

cuando el sol no es sol
sino bola de espuma y silencio

derritiéndose entre nubes.

Espérame entre dos canciones,
una con letra de amor dolido
y otra con rabia por lo pasado;

la de amor con ritmo de samba,
la de rabia con sones de tango.

Y si me ves apesadumbrado,
toca las dos canciones
una detrás de la otra;
que la derrota no arrastre,
que tu música me envuelva
hasta que me duerma, soñando.

Carlos Bernal

Nov 2019.

Guitarra. Pablo Picasso, 1920

5 comentarios:

  1. Me ha venido a la memoria al ver ese cuadro un anécdota que me contaba mi madre. Decía que mi abuelo Fernando tocaba muy bien la guitarra, no, no era Fernando Tárrega. No soportaba verlo tocar. Le recordaba a un viejecito ciego que tocaba por las calles de Antequera por unas monedas. Le daba tanta pena que se iba a un rincón a llorar de pena.
    Estoy seguro que le hubiera gustado leer este poema. Le habría recordado a su padre.
    Un abrazo, Carlos, y sigue deleitándonos con estas páginas que son como un bálsamo que te evade de la insoportable realidad.

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  2. Lo de la redundancia penosa es culpa del recuadro, que no te deja ver lo que has escrito antes. Je, je, je.

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  3. Hola, Santi. Me gusta mucho cuando mis pobres versos evocan cosas y traen recuerdos. Es entonces cuando siento la recompensa de haber escrito. Un fuerte abrazo, amigo.

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  4. Gracias por seguir dándonos esos acordes de viento para ir desoyendo el tiempo que pasa.

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    Respuestas
    1. Hombre, Paco, tú por aquí. Gracias por leerme. Un fuerte abrazo

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